Este sermón, basado en Santiago 3:13 – 4:3, 7-8a, fue predicado por la Rev. Marissa Galván Valle el 22 de septiembre de 2024 (Domingo 25 del Tiempo Ordinario). Es parte de una serie de sermones sobre el libro de Santiago titulada: «Reflejemos a Cristo en tiempos de desafío».
El viaje del cocodrilo
Hace un tiempo, leí un libro infantil titulado Crocodile's Crossing: A Search for Home (El cruce del cocodrilo: Una búsqueda de hogar), escrito por Yoeri Slegers. La historia sigue a Cocodrilo, que se ve obligado a dejar su tierra natal porque esta ya no es segura. La comida escasea y las condiciones continúan deteriorándose. Por lo tanto, Cocodrilo empaca sus maletas y se va, pensando: «¡Todo será mejor adonde voy!». Sin embargo, no tiene idea de hacia dónde se dirige.
A medida que viaja de un lugar a otro, no encuentra rostros acogedores. La gente lo mira y le dice: «¡Eres tan grande! ¡Tan verde! Esos dientes enormes parecen peligrosos. Nadie quiere un cocodrilo aquí. ¡Lárgate!». Sorprendentemente, y por pura casualidad, Cocodrilo encuentra un hogar. Se duerme, y cuando despierta, está rodeado de ratones que son amables con él y le ofrecen comida y refugio. Aprende a convivir con ellos y se siente tan seguro que finalmente puede traer lo que más le hace falta: su familia.
Dones de nuevos y nuevas inmigrantes
Si observamos el calendario presbiteriano hoy, veremos que es el «Domingo de los dones de los nuevos y nuevas inmigrantes». En este día, se anima a las congregaciones a celebrar la riqueza que las comunidades inmigrantes aportan a la vida y el ministerio de la Iglesia Presbiteriana. La comunidad inmigrante trae dones culturales, teológicos y espirituales especiales que enriquecen significativamente a esta iglesia y a otras en varios aspectos esenciales:
Diversidad de culto y práctica: Las personas inmigrantes a menudo traen tradiciones litúrgicas, música y estilos de adoración diferentes, lo que ayuda a ampliar la experiencia de la fe.
Nuevas perspectivas sobre la fe y la teología: Las comunidades inmigrantes aportan nuevas ideas en la interpretación bíblica y teológica, moldeadas por sus experiencias culturales, históricas y sociales. Estas perspectivas desafían a la iglesia a reconsiderar cómo entiende la justicia, la hospitalidad y la misión.
Compromiso con la justicia y la hospitalidad: Las personas inmigrantes a menudo tienen experiencia de primera mano con temas como el desplazamiento, la migración y la marginación, lo que las hace particularmente sensibles a abogar por la justicia y extender la hospitalidad.
Conexión global: La comunidad inmigrante fortalece la conexión con la iglesia global. Muchas personas inmigrantes mantienen fuertes lazos con sus países de origen y traen consigo las experiencias y preocupaciones de la iglesia global.
Como es presentado en la historia de Cocodrilo, ser inmigrante en los Estados Unidos puede ser un desafío, tanto para quienes han estado viviendo aquí mucho tiempo como para quienes han llegado recientemente. Las dificultades pueden mejorar con el tiempo, pero no necesariamente desaparecen.
Encuesta sobre la vida inmigrante
En 2023, la Fundación Kaiser, una organización sin fines de lucro que se centra en temas de salud nacional, realizó la «Encuesta KFF/LA Times 2023 sobre inmigrantes», un estudio integral sobre las experiencias de la población inmigrante en los Estados Unidos. Esta encuesta abordó varios aspectos como el empleo, la discriminación, las luchas económicas y el acceso a la atención médica. Las conclusiones clave de la encuesta son las siguientes:
La mayoría de las personas inmigrantes, independientemente de su país de origen o de cuánto tiempo lleven en los Estados Unidos, afirman que vinieron buscando más oportunidades para ellos y para sus familias.
Una mayoría de inmigrantes reporta que su situación financiera (78%), las oportunidades educativas (79%), el empleo (75%) y la seguridad (65%) han mejorado como resultado de mudarse a los Estados Unidos.
Sin embargo, muchas personas inmigrantes enfrentan desafíos serios, como altos niveles de discriminación en el lugar de trabajo y otras áreas, dificultades económicas y confusión y temores relacionados con las leyes y políticas de inmigración de EE. UU.
Cerca de la mitad de todas las personas inmigrantes han experimentado barreras lingüísticas en una variedad de situaciones e interacciones.
La mayoría de las personas inmigrantes tienen empleo, y cerca de la mitad de todas las personas trabajadoras inmigrantes reportan haber experimentado discriminación en el lugar de trabajo, como recibir un salario inferior o tener menos oportunidades de ascenso que las personas nacidas en EE. UU., no recibir pago por todas las horas trabajadas o ser amenazadas o acosadas.
Alrededor de un tercio (34%) de las personas inmigrantes indica haber sido criticadas o insultadas por hablar un idioma distinto al inglés desde que se mudaron a EE. UU., y una proporción similar (33%) menciona que se les ha dicho que deberían «regresar a su país de origen».
Las personas inmigrantes que son negras o latinas reportan niveles desproporcionados de discriminación en el trabajo, en sus comunidades y en entornos de atención médica.
Incluso con altos niveles de empleo, un tercio de las personas inmigrantes reportan dificultades para costear necesidades básicas como alimentos, vivienda y atención médica.
Entre las personas inmigrantes que probablemente están indocumentadas, siete de cada diez expresan preocupación por la posibilidad de que ellas o una persona de su familia puedan ser detenidas o deportadas, y cuatro de cada diez han evitado actividades como hablar con la policía, solicitar empleo o viajar para no llamar la atención sobre su estado migratorio o el de alguien de la familia. Sin embargo, estas preocupaciones no se limitan solo a quienes probablemente están indocumentados. Entre todos los inmigrantes, independientemente de su estatus migratorio, casi la mitad (45%) indica que no tiene suficiente información para entender cómo las leyes de inmigración de EE. UU. les afectan a ellos y a sus familias, y uno de cada cuatro (26%) menciona preocupación por la posibilidad de detención o deportación.
Cerca de la mitad de todas las personas inmigrantes tienen un dominio limitado del inglés, y alrededor de la mitad de este grupo indica haber enfrentado barreras lingüísticas en diversos entornos y situaciones.
Como escribe Lin-Manuel Miranda «Los inmigrantes hacemos el trabajo». Sin embargo, en una versión más matizada de esta frase, los compositores Claudia Alexandra Feliciano, Jeffrey Penalva, Keinan Abdi Warsame, Lin-Manuel Miranda, René Pérez Joglar y Rizwan Ahmed escriben esta estrofa:
Dices que estoy robando empleos
aunque Peter Piper decía que los recogía, solo le pagaba mal a Pablo
Pero no hay rastro de papeles cuando vives en las sombras
Somos los escritores fantasmas de América, el crédito es solo prestado
Es solo cuestión de tiempo antes de que los cheques lleguen
Pero, los inmigrantes, siempre hacemos el trabajo.
Sabiduría de abajo y sabiduría de arriba
En el sermón del domingo pasado, la Rev. Dra. Marielis Barreto nos recordó los conflictos en la iglesia de Santiago. «Aparentemente, algunas personas que enseñaban la palabra también estaban ofendiendo a otras personas usando sus palabras de manera dañina y peligrosa». Sin embargo, el pasaje que leímos no abordó explícitamente cómo domar la lengua.
La Escritura de hoy parece ofrecer un método para domar la lengua. Kelsie Rodenbiker, de la Universidad de Glasgow, afirma que si la lengua, con su potencial de inconsistencia, contraviene las leyes de la naturaleza, la solución es la sabiduría, caracterizada por una profunda consistencia interior de carácter. Ahí está: ¡la sabiduría es la respuesta! ¡Actúa con sabiduría y serás capaz de domar tu lengua!
Sin embargo, el libro de Santiago complica las cosas. Tras una lectura cuidadosa, el autor distingue entre dos tipos de sabiduría: la sabiduría que desciende de lo alto, y la sabiduría que parece salir de lo bajo.
La sabiduría que sale de lo bajo es terrenal, impura y diabólica. Se caracteriza por la envidia y prospera con la ambición egoísta, lo que conduce al desorden y a toda clase de prácticas perversas.
Por el contrario, la sabiduría de arriba es pura, pacífica, amable, dócil, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera. Produce frutos de justicia, sembrados en paz por quienes cultivan la paz.
Hoy, les invito a reflexionar sobre qué descripción de sabiduría —o de los valores observados en esta ciudad, este país o de los «principios cristianos» que nos enseñaron— se alinean más de cerca con la sabiduría de arriba descrita por Santiago.
Siempre que escucho historias de conflicto y confrontación, me viene un pensamiento a la mente: «Siempre queremos ser los héroes de nuestras propias historias». Insistimos en ganar el argumento, en dar la respuesta más hiriente que deje sin palabras a nuestro adversario, y en tener la última palabra. ¿Es esta sabiduría de arriba o sabiduría de abajo?
Ayrton Senna, un piloto brasileño de Fórmula 1, dijo una vez: «Ser segundo es ser el primero de los que ». ¿Quién quiere perder? ¿Es esta sabiduría de arriba o sabiduría de abajo?
Una cita del libro El arte de la negociación enfatiza esta mentalidad: «Soy el primero en admitir que soy muy competitivo y que haré casi cualquier cosa dentro de los límites legales para ganar. A veces, parte de cerrar un trato implica denigrar a tu competencia». ¿Es esta sabiduría de arriba o sabiduría de abajo?
En contraste, consideren la definición de sabiduría de Giácomo Cassese en su comentario sobre este pasaje. Él describe las características de la sabiduría como humildad genuina y auténtica, una percepción precisa de uno mismo, tener consciencia de nuestros defectos y limitaciones, y tener la capacidad de identificar la fuente de la perfección.
La sabiduría no se trata de tener baja autoestima, sentir verguenza o actuar con timidez. Más bien, implica conocerse a uno/a mismo/a en relación con el conocimiento que se tiene de Dios.
La humildad viene al reconocer nuestros propios errores y entender que, aparte de la sabiduría que obtenemos de Dios, inevitablemente tomaremos malas decisiones. Dios es la única fuente de perfección.
Mentir sobre la verdad no demuestra que tus acciones se realizan con la mansedumbre nacida de la sabiduría. Tampoco lo hace esforzarse por ganar cada argumento sin escuchar las preocupaciones de las demás personas, envidiar a otras personas, participar en ambiciones egoístas o intentar socavar a tus competidores.
Como nos dice Santiago, tales comportamientos no reflejan la sabiduría que desciende de arriba, sino aquella que es terrenal, impura y diabólica.
La sabiduría de arriba viene de Springfield
Quiero concluir hoy destacando un lugar donde he visto la sabiduría de arriba en acción. Mike Ferguson, del Servicio de noticias presbiteriano, escribió un artículo titulado «No sabíamos lo que vendría, pero Dios sí». Este título refleja las palabras de la Reverenda Jody Noble, pastora de la Iglesia Presbiteriana Covenant en Springfield, Ohio. La iglesia es el hogar de cuatro familias haitianas. La Reverenda Noble ha bautizado a niños y niñas de estas familias, que asisten regularmente al culto dominical. «Si no están aquí, recibo un mensaje diciendo que están trabajando. Son personas hermosas», señaló.
El artículo destaca cómo la Iglesia Presbiteriana Covenant está respondiendo a una crisis local, provocada por acusaciones infundadas contra la comunidad haitiana. Esto no es nuevo. Tales narrativas reflejan los sentimientos que se encuentran en el libro del Éxodo, donde el faraón expresó preocupación por el creciente número de gente extranjera en la ciudad, teniendo miedo a su fuerza y su número. Es fácil denunciar a las personas que pensamos que son diferentes: «¡Eres tan grande! ¡Tan verde! Esos dientes enormes parecen peligrosos. Nadie te quiere aquí. ¡Lárgate!».
Sin embargo, la «sabiduría de arriba» descrita en Santiago 3 es evidente en las acciones de la congregación. La iglesia encarna la paz, la misericordia y la compasión—marcas de la verdadera sabiduría—al dar la bienvenida y apoyar a la comunidad inmigrante haitiana en medio del conflicto comunitario y las acusaciones infundadas. Su compromiso con la bondad, el cuidado y la hospitalidad refleja la sabiduría de Dios, que es pura, pacífica, amable, abierta a la razón y llena de misericordia. La iglesia permanece firme en su fe, contrarrestando el miedo y la división en su comunidad y dando un ejemplo de sabiduría genuina.
Es fácil señalar con el dedo a las demás personas. Es fácil hacer acusaciones infundadas basadas en rumores no verificados para convencer a otras personas que no cuestionan tus palabras para que se unan a tu bando. Es fácil usar el miedo como un arma, creando una falsa impresión de enemigos por todas partes. Esto representa la «sabiduría de abajo»—la creencia de que hacer trampa, violar las reglas o robar para obtener lo que deseas es la mejor manera de lograr grandeza, respeto y victoria a cualquier costo, independientemente de la moralidad o la equidad.
Lo que es más difícil para la humanidad, y lo que Santiago nos insta a hacer, como sugiere Margaret Aymer en su comentario sobre este pasaje, es considerar dónde radican nuestras lealtades, y cómo sabemos dónde están. Ella nos invita a vivir apartándonos de los celos y resentimientos del mundo en general, para acercarnos al liderazgo pacífico de las personas llenas de sabiduría divina. O, como dice una famosa oración, la sabiduría nos invita a que:
Donde haya discordia, que lleve yo la unión.
Donde haya duda, que lleve yo la fe.
Donde haya error, que lleve yo la verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz.
Es en ese momento que el fruto de la justicia será sembrado en paz por las personas que hacen la paz.
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